Jonathan Pryce en Brazil (1985) de Terry Gilliam.
Faltan 10 días para que el primer mes de este mal agurado año termine y La Cámara de Torturas no se ha posteado nada, y aun que los comentarios son escasos las visitas siguen siendo frecuentes y de tierras muy lejanas - Japon, Chile, Australia, etc - muchos de los visitantes mas cotidianos seguramente sentenciaron: "...este blog parece que ya le llego su fin del mundo...","...el anfitrión se habrá muerto de una mortal y espantosa congestión etílica durante las posadas...","...de seguro, ahogado de borracho se quedo dormido en su cama con un cigarro encendido y se incendio todito...", pues no camaradas blogeros y cibernautas errantes, a un que muchas de las hipótesis anteriormente escritas pudieron haber sido ciertas, La Camarucha de Torturuchas seguirá dando guerra - si la providencia lo permite - y publicando las habituales pendejadas, aportes culturales, hobbies y demás experiencias de esta mi desutopica y perra vida pero maravillosa y onírica existencia mía.
Doña Tecla -diría RIUS - léase mi computadora le dio gripa estas navidades y le dio virus por lo que varios artículos que tenia ya armados para postear se perdieron, así que habrá que empesar de cero una vez mas, eso sin contar mi innumerable e invaluable archivo fotográfico reunido del 2011 que también se fue a chingar a su madre, y aun que los pronósticos de este año resulten muy desalentadores para este estercolero de mundo, mi proletaria y tercer mundista existencia parece tener grandes espectativas, ya que un buen empleo toca mi puerta lo cual me llena de alegría después de haber pasado un 2011 muy jodido.
Tengo también otro excelente motivo por el cual no he posteado correctamente: me enferme seriamente de una gripa de caballo que me dejo postrado en cama por 3 días y cual galileo pude volver a la vida, después de los invaluables cuidados de mi madre y de los arponazos de antibióticos que me inyecto como macabra despedida mi medico de cabecera el Dr. Pacifico Orantes antes de morir de un fulminante ataque al corazón. Desde que se inventaron los pretextos se acabaron los pendejos reza un sabio probervio mexicano, el que haya leído lo anterior vertido sentenciara a mi persona - quiza tenga razón de mi lapsus brutus y no de mi natura - pero espero tener fuerza y trabajo para poder seguir escribiendo y torturandoles con mi ocurrencias y demás pendejadas. Declaro solemne mente inaugurada la temporada 2012 en este blog. Servidos.
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